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"Mil grullas por un deseo"
Por
Instituto Rafael A.
Publicado:
11 Abril 2011
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¿Cómo encantar a los alumnos y alumnas con la literatura? Pensamos que haciendo de la literatura y de la vida una unión y la apertura a nuevos mundos, a antiguas historias, a vivencias del pasado y del presente.


Una joven japonesa, Makiko, vive en Madrid y siente que debe ayudar a su pueblo. Recuerda la leyenda de Sadako y “Las Mil grullas” y pide a través de la web la unión de los pueblos para ayudar a Japón. La noticia nos conmueve. He aquí su relato. Las mil grullas japonesas de Makiko Y Sadako
Nieves Fernández

Sadako fue una niña japonesa víctima de la bomba de Hiroshima en la II Guerra Mundial, una niña de 9 años que creó una leyenda; pedía curarse de la leucemia, de la de ella y de la de todos los afectados por la bomba nuclear; aparte, también quiso la paz. La petición la hizo desde la paciencia de crear mil pajaritas de papel, en realidad grullas japonesas, mil, que mientras se construían se creaba una especial energía para pedir un deseo en común, de todo un pueblo.

Makiko
es una joven japonesa residente en Madrid; ha comprobado que su familia está bien tras el terremoto, el tsunami y la radiactividad. Pero su corazón ha volado con mil grullas de papel, repitiendo la leyenda poética de su joven paisana. Makiko ha ido pidiendo grullas y más grullas de papel. En su página web, nos pide que realicemos una grulla o pajarita de papel, nos explica el proceso completo en un vídeo, para después hacer una foto y enviarla para que ella misma haga el recuento y cada paquete de mil valga como un gran cúmulo de energía “de la buena”, “de la que protegerá a los japoneses de la radioactividad”.

Makiko quiere hacer algo por su país y la papiroflexia nos permite tener ocupadas las manos; haciendo grullas nos sentimos cerca de un país devastado por la naturaleza y por la mano y la mente del hombre, y también la mala suerte.

Sadako
ya tiene su estatua con la figura de una niña levantando al aire una gran pajarita de bronce, como una gran paloma de la paz, recordando su bonita leyenda. Ella al menos consiguió la paz; ahora las mil grullas se levantan por internet y se lanzan a la red para que entre todos creemos el mejor deseo para este pueblo tranquilo y pacífico que está viviendo uno de los peores momentos de la historia. “No somos irrompibles” es un libro de Elsa Bornemann que contiene el cuento “Mil grullas”.

El cuento narra un amor infantil entre Naomi y Toshiro, que termina de manera abrupta con la muerte de Naomi por efectos de la leucemia por radiactividad. El relato nuevamente nos retrotrae al 6 de agosto de 1945. Estados Unidos arroja la bomba atómica en Hiroshima, Japón, con la esperanza de terminar la Segunda Guerra Mundial. En pocos minutos, más de 200.000 personas perecieron por causa de la explosión. Cada año gente de todo el mundo hace grullas de papel y las manda a Hiroshima. El 6 de agosto, Día de la Paz, los niños de la ciudad cuelgan las grullas en el monumento con la esperanza de transmitir este mensaje a todo el mundo:
”Este es nuestro llanto. Esta es nuestra oración. Paz en el mundo.”

Tú puedes hacer grullas de papel por la paz. Para los japoneses se llama energía “de la buena”; para nosotros, FE y ORACIÓN en torno a un bien mayor, para un pueblo sufriente y para miles que seguirán esperando que mil grullas cumplan un deseo.

Como proyecto del Departamento de Lenguaje, hemos logrado unir nuestras diferencias y hacer en Primeros y Segundos Medios más de mil grullas. Pero sobre todo mostrar la unidad entre la literatura y la vida y en la posibilidad de abrir la mente a la opinión: sobre la guerra y sus costos, sobre la radioactividad, sobre la paz, y otros tópicos que nuestros niños y jóvenes deberán defender en un futuro no muy lejano en pro de la vida y de la subsistencia de la vida como hoy la conocemos.    

Publicado en:
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