¿Cómo encantar a los alumnos y
alumnas con la literatura? Pensamos que haciendo de la
literatura y de la vida una unión y la apertura a nuevos mundos,
a antiguas historias, a vivencias del pasado y del presente.
Una joven japonesa, Makiko, vive en Madrid y siente que debe
ayudar a su pueblo. Recuerda la leyenda de Sadako y Las Mil
grullas y pide a través de la web la unión de los pueblos para
ayudar a Japón. La noticia nos conmueve. He aquí su relato.
Las mil grullas japonesas de Makiko Y Sadako
Nieves Fernández
Sadako fue una niña japonesa víctima de la bomba de Hiroshima
en la II Guerra Mundial, una niña de 9 años que creó una leyenda;
pedía curarse de la leucemia, de la de ella y de la de todos los
afectados por la bomba nuclear; aparte, también quiso la paz. La
petición la hizo desde la paciencia de crear mil pajaritas de papel,
en realidad grullas japonesas, mil, que mientras se construían se
creaba una especial energía para pedir un deseo en común, de todo un
pueblo.
Makiko es una joven japonesa residente en Madrid; ha comprobado
que su familia está bien tras el terremoto, el tsunami y la
radiactividad. Pero su corazón ha volado con mil grullas de papel,
repitiendo la leyenda poética de su joven paisana. Makiko ha ido
pidiendo grullas y más grullas de papel. En su página web, nos pide
que realicemos una grulla o pajarita de papel, nos explica el
proceso completo en un vídeo, para después hacer una foto y enviarla
para que ella misma haga el recuento y cada paquete de mil valga
como un gran cúmulo de energía de la buena, de la que protegerá a
los japoneses de la radioactividad.
Makiko quiere hacer algo por su país y la papiroflexia nos permite
tener ocupadas las manos; haciendo grullas nos sentimos cerca de un
país devastado por la naturaleza y por la mano y la mente del
hombre, y también la mala suerte.
Sadako ya tiene su estatua con la figura de una niña levantando
al aire una gran pajarita de bronce, como una gran paloma de la paz,
recordando su bonita leyenda. Ella al menos consiguió la paz; ahora
las mil grullas se levantan por internet y se lanzan a la red para
que entre todos creemos el mejor deseo para este pueblo tranquilo y
pacífico que está viviendo uno de los peores momentos de la
historia.
No somos irrompibles es un libro de Elsa
Bornemann que contiene el cuento Mil grullas.
El cuento narra un amor infantil entre Naomi y Toshiro, que termina
de manera abrupta con la muerte de Naomi por efectos de la leucemia
por radiactividad. El relato nuevamente nos retrotrae al 6 de agosto
de 1945. Estados Unidos arroja la bomba atómica en Hiroshima, Japón,
con la esperanza de terminar la Segunda Guerra Mundial. En pocos
minutos, más de 200.000 personas perecieron por causa de la
explosión.
Cada año gente de todo el mundo hace grullas de papel
y las manda a Hiroshima. El 6 de agosto, Día de la Paz, los niños de
la ciudad cuelgan las grullas en el monumento con la esperanza de
transmitir este mensaje a todo el mundo:
Este es nuestro llanto. Esta es nuestra oración. Paz en el
mundo.
Tú puedes hacer grullas de papel por la paz. Para los japoneses
se llama energía de la buena; para nosotros, FE y ORACIÓN en torno
a un bien mayor, para un pueblo sufriente y para miles que seguirán
esperando que mil grullas cumplan un deseo.
Como proyecto del Departamento de Lenguaje, hemos logrado unir
nuestras diferencias y hacer en Primeros y Segundos Medios más de
mil grullas. Pero sobre todo mostrar la unidad entre la literatura y
la vida y en la posibilidad de abrir la mente a la opinión: sobre la
guerra y sus costos, sobre la radioactividad, sobre la paz, y otros
tópicos que nuestros niños y jóvenes deberán defender en un futuro
no muy lejano en pro de la vida y de la subsistencia de la vida como
hoy la conocemos.