La celebración se inició en el mausoleo de los Hermanos Maristas en el cementerio de Limache, con la presentación de ofrendas florales por parte de los colegios Champagnat, Diego Echeverría, Instituto Santa María e Instituto Rafael Ariztía. Luego, docentes destacados y de larga trayectoria de los cuatro colegios, nos revelaron su testimonio de la presencia de los Hermanos durante su carrera educativa.

La ceremonia fue muy sencilla y contó con la presencia de los rectores, estandartes, profesores y hermanos de cada comunidad educativa.

Continuamos con la peregrinación hacia el Santuario de la Virgen de las 40 horas, caminamos al encuentro con el Señor, todos unidos como familia marista.

La misa fue presidida por el Padre Fernando Candia, junto al Padre José Moraga, Padre Felipe Gutiérrez y el Diácono Nelson Aravena. Se desarrolló en un ambiente de fraternidad y amistad, momento en que se agradeció por todos los dones recibidos, por tanta vida entregada y por la educación que durante tantos años los Hermanos Maristas han entregado a los colegios de nuestra zona.

Durante la homilía el Padre agradeció por tantos años educando a través del Evangelio, por la humildad con que nuestros Hermanos han desarrollado un trabajo desinteresado con el carisma marista que el padre Champagnat nos heredó.

Como ofrenda, se presentaron los cuatro estandartes de nuestras comunidades educativas, como muestra de la consagración de la obra marista. Los rectores, representando a los colegios hermanos, presentaron un cuadro de nuestro Padre Fundador, invitándonos a seguir con la tarea educativa de evangelizar a través de la educación. También se presentaron unas violetas representando el carisma y espiritualidad marista.

El momento de acción de gracias estuvo a cargo del Hermano José Luis Arranz, rector del Colegio Diego Echeverría, quien entregó su testimonio de la presencia marista en Chile, desde la llegada de los primeros hermanos a la actualidad.

Para finalizar, los cuatro rectores entregaron un reconocimiento al Hermano Rufino Martín por sus 61 años de presencia en los colegios del valle, entre los cuales destacan sus más de 30 años en el Diego Echeverría.