El viernes por la tarde, se realizó la jornada de apoderados nuevos en el aula Magna Marcelino Champagnat de nuestro Colegio, que tuvo por finalidad generar un espacio de encuentro y conocimiento entre los padres que se integran al Instituto. La actividad comenzó con las palabras de nuestro Rector, Sr. Claudio Arellano, quien dio la bienvenida a los nuevos apoderados y realizó una charla de unos cuarenta minutos, en los que compartió la historia de Marcelino y elementos del Carisma Marista, destacando de nuestro padre Fundador el amor al trabajo y el espíritu de familia. 

También nos compartió los valores e importancia de la familia como primeros educadores de sus hijos, siendo la familia uno de los tesoros más importantes de la humanidad y patrimonio de todos. Específicamente, los padres de familia son los primeros y naturales responsables de la educación de sus hijos y su rol es insustituible e indelegable. Por eso, recalcó que como colegio marista se pide a la familia: Compromiso con el PROYECTO EDUCATIVO MARISTA, respeto por las normas institucionales, disposición para acoger nuestras orientaciones y participación en las actividades colegiales.

Una vez terminadas las palabras del rector, el Presidente del centro de Padres, señor Andrés Casassas, dirigió palabras de acogida y bienvenida a los nuevos papas para posteriormente dar paso a las actividades, en donde en grupos orientados por un profesor los papas compartieron sus opiniones respecto al porqué escogieron este colegio para educar a sus hijos e hijas y ¿qué están dispuestos a dar para que el colegio pueda educar cristianamente a sus hijos e hijas, para que lleguen a ser buenos cristianos y buenos ciudadanos? Una vez conversado esto grupalmente, se realizó un plenario donde un representante de cada grupo expuso las conclusiones a los presentes. El momento del plenario permitió verificar la satisfacción de los papás nuevos con el Colegio y el gran valor que le asignan a nuestra propuesta educativa evangelizadora.

Para finalizar el encuentro, se realizó la oración del año Montagne y luego se pasó a un café con torta ofrecido por el centro de padres.