Llegamos temprano para preparar la mesa, pan un vaso para el café, y un plátano de postre, algunos alumnos, ya conversan y hacen amistad con los ancianos que con dificultad se pueden comunicar, pero eso nos impide la entrega de afecto y dedicación.

En un momento se interrumpe la conversación: ¡Ya están listos los fideos!, grito el hermano Francisco de Blas, que con sus manos arremangadas nos muestra en vivo y en directo que de sebe entender por amor al prójimo, corrimos a servir una gran porción en cada plato , mmmmmmmmm que rico esos fideos que con dedicación fueron preparados por nuestro diácono Nelson Aravena.

Sacamos algunas fotos y todos sonriendo, con el corazón lleno de alegría al poder compartir cada viernes esta hermosa experiencia.